En este artículo descubrirás todo sobre el adiestramiento en positivo, qué es, sus pilares fundamentales, su aplicación en el entrenamiento, y los resultados sorprendentes que ofrece.
Además, te proporcionaremos ejemplos prácticos y responderemos preguntas frecuentes, para que tengas un concepto amplio de lo que significa esta metodología, y cómo aplicarla en tu perro para conseguir grandes resultados.
¿Que es el Adiestramiento en Positivo?
El adiestramiento en positivo se fundamenta en principios científicos, adoptando un enfoque humano para educar a los perros. Su base es el refuerzo positivo, que implica recompensar al perro inmediatamente después de un comportamiento deseado, motivándolo a repetir esa acción. Esta táctica es esencial durante el ENTRENAMIENTO EN OBEDIENCIA CANINA.
El refuerzo positivo se refleja en diversas técnicas de entrenamiento utilizadas en la actualidad, como el Principio de Premack, el Adiestramiento Cognitivo-Emocional, el contracondicionamiento y el moldeado, entre otras. Todas estas técnicas utilizan el refuerzo positivo para fomentar comportamientos deseables en los perros.
Adiestrar en positivo no significa que no podamos decir no a nuestros perros, o que no les impongamos límites. Todo esto es necesario, pero los métodos y principios rectores son constructivos y no conllevan ningún tipo de castigo físico o emocional que pueda causarles miedo o intimidación.
El adiestramiento en positivo ha revolucionado la manera en que se corregía los comportamientos de los perros en el pasado, alejándonos por completo de los métodos aversivos. Está comprobado que los perros responden mejor cuando se les trata con amabilidad, se les proporciona cariño y además se les recompensa. Esto les brinda confianza y seguridad, lo que, a su vez, fomenta la armonía, un principio fundamental en cualquier relación, incluida la relación entre perro y humano.
Pilares Fundamentales en el Adiestramiento en Positivo:
Los pilares que describimos a continuación, forman los cimientos sobre los que se construye el adiestramiento en positivo. Todos ellos son esenciales y sustentan esta metodología, proporcionando los elementos adecuados para un entrenamiento exitoso.
- Entender a nuestro perro.
- Reconocer las necesidades del perro.
- Aplicar el adiestramiento en positivo de manera efectiva.
- Evitar el miedo, el castigo físico y la intimidación.
1- Entender a nuestro perro
El primer pilar fundamental en el adiestramiento en positivo es empatizar con el punto de vista del perro, entender a nuestro perro.
En un mundo donde los perros son una presencia omnipresente, es fácil considerarlos como seres comunes y corrientes. Sin embargo, para comprender verdaderamente a nuestro perro, es crucial trascender esta visión superficial y adentrarnos en su mundo, ser capaces de interpretar su perspectiva.
¿Alguna vez te has preguntado qué ve, piensa o siente tu perro? ¿Te has sentido desconcertado cuando reacciona ante situaciones que para ti no son importantes? Comprender al perro desde su experiencia, implica explorar sus sentidos, emociones y pensamientos. Es reconocer que, aunque los perros nos resulten familiares, sus perspectivas son diferentes a las nuestras.
Apreciar el punto de vista del perro nos lleva a ser mejores cuidadores y entrenadores. Nos permite abordar nuestras interacciones con empatía y comprensión, reconociendo las diferencias fundamentales entre la forma en que los humanos y los perros perciben el mundo. Esta comprensión nos hace más efectivos en el entrenamiento y nos permite establecer una relación más sólida y significativa con nuestro perro.
Para lograrlo, es necesario aprender sobre los sentidos y la cognición del perro, así como desarrollar habilidades que nos permitan una comunicación efectiva con él.
Para hacer un buen trabajo durante el adiestramiento en positivo, debes aprender a interpretar las señales que tu perro te esta enviando. Esto se puede saber gracias al LENGUAJE CORPORAL DEL PERRO. Una vez que entendemos a nuestro perro, la comunicación es más efectiva y todo aquello que queramos enseñarle, será mucho más fácil.
2- Reconocer las necesidades del perro:
El segundo pilar en el adiestramiento en positivo es reconocer y satisfacer las necesidades del perro. Es vital reconocer que nuestros perros tienen necesidades específicas que deben ser comprendidas y atendidas para promover su bienestar físico y emocional.
Cada perro es único y tiene sus propias necesidades individuales, que van más allá de la alimentación y el ejercicio. Estas necesidades pueden incluir la estimulación mental, la interacción social, la exploración del entorno y la expresión natural de su comportamiento instintivo. Nuestra responsabilidad es asegurarnos de que estas necesidades sean satisfechas de manera adecuada.
Cuando satisfacemos las necesidades de nuestro perro, no solo mejoramos su calidad de vida, sino que también sentamos las bases para un comportamiento equilibrado y saludable. Los perros cuyas necesidades están satisfechas son más felices, más tranquilos y menos propensos a desarrollar problemas de comportamiento.
Para lograrlo, es importante observar y comprender las señales que nos indica nuestro perro, así como proporcionarle oportunidades adecuadas para satisfacerlas. Esto puede implicar actividades como paseos enriquecedores, juegos interactivos, ADIESTRAMIENTO COGNITIVO-EMOCIONAL, así como tiempo dedicado a la exploración y el juego al aire libre.
3- Aplicar el adiestramiento en positivo de manera efectiva:
Los seres humanos tenemos expectativas altas con respecto a nuestros perros: cada sesión de adiestramiento, cada lección, requiere una gran dosis de atención por parte de nuestra mascota, que, muy probablemente, esté más interesada en otras cosas. Después de todo, buscamos que nuestro perro se adapte a nuestra rutina y estilo de vida, pero es vital recordar que esta adaptación debe ser mutua para construir una relación sólida y enriquecedora. La esencia de tener una mascota radica en este intercambio armonioso.
Es natural que queramos sacar el mayor rendimiento a nuestro perro, por ejemplo, que camine a nuestro pie sin despistarse, cuando probablemente quisiera husmear el terreno, perseguir a una paloma, o escarbar en la tierra.
Es innegable que hay comportamientos que no podemos permitir en nuestros perros, como saltar sobre las personas que pasan a nuestro lado. Sin embargo, aplicar el adiestramiento en positivo implica comprender y aceptar algunas de las conductas naturales de los perros, incluso si no siempre nos resultan convenientes.
El mayor regalo que podemos ofrecer a nuestro perro es permitirle ser él mismo, en lugar de intentar moldearlo según nuestras expectativas. Por tanto, si buscamos que nuestros perros se adapten a las normas sociales humanas, también debemos proporcionarles momentos de libertad y disfrute, donde ser un perro sea su mayor recompensa.
¿A qué perro no le encanta escarbar en la tierra o explorar nuevos olores? Encontrar el equilibrio entre las reglas establecidas y los momentos de felicidad plena para nuestro perro es fundamental para cultivar una relación sólida y satisfactoria.
Aplicar el adiestramiento en positivo de manera efectiva va más allá de recompensar buenos comportamientos. Reconocer las necesidades naturales de nuestro perro y brindarle momentos de placer contribuye significativamente a su bienestar emocional. Encuentra siempre la oportunidad de permitirle ser un perro, y cosecharás resultados maravillosos en vuestra relación.
4- Evitar el miedo, el castigo físico y la intimidación:
El cuarto pilar no es algo que debes hacer, si no más bien, algo que no debes hacer. Cuando hablamos del adiestramiento en positivo, todo lo que sea negativo no tiene cabida. Esto no implica que no puedas decir ¡no! a tu perro, si no la importancia de no usar métodos aversivos.
Es necesario explicar esto muy bien, porque vamos adiestrar a nuestro perro de una forma determinada y todo lo que sea contrario a esta metodología, va a retrasar el proceso. Todo lo que hagas mal en un principio, puede ser muy complicado corregirlo después.
El miedo, el castigo físico y la intimidación no son herramientas constructivas, solo generan inseguridad, ansiedad y estrés en nuestro perro. En lugar de promover la confianza y la cooperación, estas técnicas pueden llevar a un aumento del miedo y la inseguridad en nuestro compañero. Un perro que aprende a través del miedo, puede desarrollar comportamientos no deseados como la agresividad, el nerviosismo o la evitación de ciertas situaciones.
Además, el uso del castigo físico y la intimidación puede dañar la relación de confianza entre el perro y su dueño. En lugar de ser un líder en quien confiar, el dueño se convierte en una fuente de temor y estrés para el perro. Esto puede conducir a una disminución en la disposición del perro para cooperar y aprender, lo que dificulta aún más el proceso de adiestramiento.
El adiestramiento en positivo se basa en reforzar los comportamientos deseables a través de recompensas y elogios, en lugar de castigar los comportamientos no deseados. Esta metodología se centra en construir una relación sólida y armoniosa entre el perro y su dueño, basada en el respeto mutuo y la confianza. Al evitar el miedo, el castigo físico y la intimidación, podemos fomentar un ambiente de aprendizaje positivo y enriquecedor para nuestro perro.
En resumen, el uso del miedo, el castigo físico y la intimidación en el adiestramiento en positivo va en contra de los principios fundamentales de esta metodología y puede tener consecuencias perjudiciales para la relación con nuestro perro y su bienestar emocional. Optar por técnicas de adiestramiento que promuevan la confianza, el respeto y la cooperación nos permite construir una relación duradera y satisfactoria con nuestro compañero canino.
